domingo, 2 de enero de 2011

CREE EN LAS HADAS...


¡ Ah ! ¡ Las hadas !, tan tiernas y graciosas,
que de niños veíamos a todas horas.
Entonces deseábamos poderlas tocar
y también lo imposible : junto a ellas volar.



Pero los años han pasado, hemos crecido,
y en adultos fríos nos hemos convertido.
Ya no vemos, ni despiertos, ni en nuestros sueños,
los seres en los que creíamos de pequeños.

Y a pesar de todo, cada mañana sin faltar,
las mimosas hadas nos vienen a despertar.
El sueño cansino que alejamos de los ojos
lo guardan ellas en lindos tazones rojos.



Y sin desesperar, se sientan y esperan
a que digamos las palabras que tanto anhelan:
" ¡ Creo en las hadas ! " ¡ Dilo alto y claro !
Vamos, amig@, no tengas reparo.

Cada vez que lo pronuncies conseguirás
que sobreviva una delicada hada más.
Si dices: " ¡ No creo en las hadas ! ", en cambio,
un hada morirá sin poder remediarlo.

" ¡ Creo en las hadas ! "