Muchos niños sufren desde muy pequeños enfermedades repentinas cuya causa no nos explicamos, simplemente nos lamentamos y sufrimos cuando desgraciadamente le toca a nuestro hijo padecer un cáncer, una diabetes o una incontrolable obesidad. Sin embargo, si nos preocupasemos en averiguar el origen, quizás hallaríamos como posible causa algunos de los nocivos productos químicos que se le están suministrando a nuestros hijos a través de la alimentación, las vacunas, el dentífrico o el agua.
¿Tiene su hijo alguna enfermedad o alergia rara? ¿Se le ha ocurrido hacerle una analítica de concentración de elementos químicos y metales en un laboratorio independiente? Podría llevarse una inesperada sorpresa con los resultados.
Quizás haya llegado la hora de dejar un poco de lado el fútbol, la consola de juegos y las telenovelas, remangarnos y empezar a trabajar para prevenir mediante soluciones, en lugar de lamentar. El futuro de nuestros hijos dependerá de nuestras acciones y omisiones.
Lean este artículo y recuerden de nuevo: LA IGNORANCIA MATA
DESPERTARES
Traducción por DESPERTARES
Usted puede pensar que está siendo muy saludable cuando elige alimentos etiquetados como “orgánicos”, sin embargo, algunos de estos productos contienen arsénico, un compuesto que puede aumentar el riesgo de cáncer, según un nuevo estudio.
El estudio apunta a siropes preparados a partir de arroz integral orgánico, un ingrediente de uso frecuente como una alternativa saludable al sirope de maíz alto en fructosa, como una fuente potencial de arsénico en los alimentos.
Los resultados muestran que barras de cereales, productos energéticos e incluso fórmulas infantiles hechas a base de este jarabe de arroz integral orgánico contienen niveles especialmente elevados de arsénico, en comparación con los productos sin este preparado. Algunas barras de cereales contienen una concentración de arsénico que son 12 veces superiores lo que estipula la Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA) como límite en el agua potable (10 partes por billón), según los investigadores.
Hay dos tipos principales de arsénico: orgánico e inorgánico. Estos términos se refieren a la química del compuesto de arsénico, que no tienen nada que ver con el uso de pesticidas, como cuando el término “orgánico” se aplica a los alimentos.
La mayoría de los investigadores encontraron que el arsénico era inorgánico, el cual es considerado por lo general más dañino que el arsénico orgánico. La exposición crónica a bajos niveles de arsénico inorgánico se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de vejiga, pulmón y piel, así como la diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular, según la EPA.
Estudios recientes han demostrado que el arroz puede ser una fuente importante de arsénico en nuestra dieta. El nuevo estudio destaca el hecho de que productos que normalmente no pensamos que contienen arroz pueden albergar importantes niveles de arsénico, afirmaron los investigadores.
Todavía no ha quedado claro si el arsénico en el arroz, los productos basados en arroz u otros alimentos es perjudicial para las personas. Sin embargo, los niveles encontrados en las fórmulas infantiles son preocupantes, debido al tamaño corporal de los bebés, afirmó el investigador Brian Jackson, del departamento de ciencias de la Tierra en el Dartmouth College en Hanover, New Hampshire.
Actualmente no hay normas en los Estados Unidos que regulan la cantidad de arsénico permitido en los alimentos, y las directrices para el agua no ofrecen una comparación justa, porque la gente puede consumir más agua que los alimentos que contienen arsénico.
Sin embargo, teniendo en cuenta que algunos alimentos pueden ser una fuente importante de arsénico, “existe una necesidad urgente de regular el arsénico en los alimentos“, documentaron los investigadores en su estudio.
El arsénico en los alimentos
Jackson y sus colegas midieron la cantidad de arsénico en 17 fórmulas para lactantes, 29 barras de cereales y 3 bebidas energéticas compradas en tiendas en New Hampshire.
Dos de los preparados para lactantes contenían el preparado de arroz integral orgánico como su ingrediente principal. Estos productos tenían niveles de arsénico de 20 a 30 veces mayor que la de las otras fórmulas infantiles.
Veintidós de las barras de cereales contenían al menos un producto de arroz (sirope orgánico de arroz integral, harina de arroz, grano de arroz o copos de arroz) catalogado como uno de los primeros cinco ingredientes. Estas barras tenían niveles de arsénico que van desde 23 a 128 partes por billón (ppb). Las barras de cereales que no contienen el arroz tenían niveles mucho más bajos de arsénico, que van desde 8 hasta 27 ppb.
Los productos energéticos, o barras tipo gel, contenían entre 84 y 171 ppb de arsénico. Todos los productos tenían sirope de arroz integral orgánico como uno de los ingredientes. Una persona que consuma cuatro de estos productos energéticos ingiere más de 10 microgramos de arsénico – una cantidad igual a beber 1 litro de agua con la concentración de arsénico en el límite actual de la EPA.
Los bebés TAMBIÉN corren riesgo
De todos los hallazgos del estudio, “los datos sobre las fórmulas infantiles son los más preocupantes“, afirmó Christopher States, un toxicólogo de la Universidad de Louisville en Kentucky. “La cantidad de arsénico consumido por un niño podría ser importante en función de la fórmula que beban”, afirmó States. Además, las concentraciones de arsénico en los estudios se calcularon suponiendo que los polvos de las fórmulas infantiles se prepararon con agua libre de arsénico. Los niños que consuman fórmulas con altos niveles de arsénico mezclados con agua que contiene arsénico supondrá un mayor riesgo sobre los efectos potenciales para la salud, afirmó States.
Investigaciones recientes sugieren que la exposición al arsénico a temprana edad puede aumentar el riesgo de problemas de salud más adelante. Estas fórmulas pueden ser el único alimento de un bebé durante un período crítico del desarrollo, y su pequeño tamaño corporal significa que pueden estar consumiendo mucho más arsénico por kilogramo de peso corporal que los adultos que tomen una comida con niveles de arsénico similares, afirmaron los investigadores.
Es difícil determinar el efecto que el arsénico en vigor en los alimentos puede tener en los adultos, dijo Jackson. Si se establecen directrices para unos niveles aceptables de arsénico en los alimentos, pueden ser más altos que la mayoría de los niveles encontrados en este estudio, alrededor de 200 ppb, dijo Jackson.
“No creo que comer ocasionalmente una barra de cereales tenga un peligro real“, dijo Jackson. Para aquellos preocupados por la exposición al arsénico, Jackson recomienda preparar comidas que no estén basadas en arroz. Para los padres, Jackson dijo eviten las fórmulas infantiles que contienen sirope de arroz